Las ojeras son producto de la dilatación de los pequeños vasos situados debajo de la fina piel del rostro, especialmente, en la porción inferior del ojo. Dentro de las causas se encuentra el estrés, el descanso insuficiente o la retención de líquidos que hincha los párpados, la constipación puede generar ojeras como signo de una alteración en el organismo, así como también pueden producirse como consecuencia de deshidratación, deficiencia de hierro o enfermedades como congestión nasal que dilatan y oscurecen los capilares del rostro. Por otro lado, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y una ingesta pobre en agua y abundante en grasas saturadas, sal y azúcar, favorece su desarrollo. Por ende, para prevenir el desarrollo de ojeras vinculado a hábitos de vida es necesario tener un adecuado sueño nocturno, la realización de actividad física y una dieta adecuada.