Las enfermedades psicosomáticas no se refieren exclusivamente a enfermedades falsas, sino a condiciones o padecimientos facilitados por estresores psicológicos que se manifiestan físicamente, es decir los síntomas son reales, pero su origen obedece a una causa psicológica.
En el caso de la gastritis, esta suele ser una manifestación de la enfermedad ansiosa no controlada, pudiendo actuar como exacerbación de una gastritis de base.
El manejo final de los trastornos psicosomáticos radica en el control de la situación o condición psíquica que lo genera, en su caso, por ejemplo sería el control de la ansiedad. Del mismo modo, para el manejo de la gastritis o síntomas relacionados puede emplear antiácidos líquidos de venta libre, independientemente si existe una alteración orgánica de base o se trata de una manifestación psicológica exclusivamente.