Las enfermedades psicosomáticas se refieren a alteraciones físicas originadas de un componente psicológico. Son en principio, un diagnóstico de descarte, es decir, tras haber descartado un origen orgánico o físico de la enfermedad, aunado a la presencia de un componente psicológico o emocional importante. Se manifiesta usualmente en órganos con una adecuada representación mental, es decir, partes del cuerpo fácilmente reconocidas por los individuos como el estómago. El dolor psicosomático es un tema de difícil manejo, es decir, que no exista una causa física u orgánica del dolor, no quiere decir que el paciente no presente dolor, lo que lo diferencia de un trastorno de imitación o un trastorno ficticio. El manejo de este tipo de patologías, requiere un adecuado acompañamiento de psiquiatría o psicología para disminuir o mitigar los síntomas mentales que puedan estar desencadenando la situación, esto no implica locura o inestabilidad mental del paciente.