Es recomendable evitar cualquier ingesta de alcohol cuando se está en proceso de buscar un embarazo debido a que las primeras 8 semanas de la gestación son las más riesgosas para que el bebé sufra malformaciones por ingesta de alcohol. En su caso, si se está embarazada puede que el embarazo siga su curso normal y esto no haya tenido ninguna repercusión sobre el bebé. Para saber con seguridad debe hacer primero la prueba de embarazo y si sale positiva, acudir al médico ginecólogo para que le practiquen su primera ecografía y determinar así que todo va bien con el embrión.