La labioplastia vulvar o ninfectomía es una técnica segura, si la realiza un cirujano plástico calificado; en ese caso, las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo, siempre existen posibilidades de complicaciones como desarrollar un hematoma, infección, cicatrices y riesgos inherentes a la anestesia.