No. A pesar de que existe la creencia de que las semillas de las frutas pueden acumularse en el sistema digestivo y ocasionar problemas como la apendicitis, esto no se ha comprobado científicamente. Los ácidos del estómago son capaces de digerir los nutrientes ingeridos, y de ahí pasan al resto del bolo alimenticio hasta la deposición sin alterar el tránsito intestinal.