Desafortunadamente, para la neurofibromatosis no hay nada que pueda prevenirla, pues es una enfermedad genética, es decir, se nace con ella y el cuerpo va desarrollándola.
Tampoco existe vacuna alguna que prevenga la aparición de los tumores.
El tratamiento va encaminado a manejar el dolor, a retirar los tumores que afecten la vida y a seguimiento médico constante.