Muchas veces no nos da sed porque estamos muy ocupados o simplemente no estamos acostumbrados a tomar agua. No existe un medicamento como tal que te haga querer tomar más agua. Pero si puedes obligarte a hacerlo.Carga siempre un termo con agua y toma cada vez que puedas o te acuerdes. Con el paso del tiempo tu cuerpo se acostumbrará a las nuevas cantidades de agua y te lo pedirá y sentirás la necesidad de tomar.