Un individuo desmayado ha perdido de forma súbita la vigilia, si bien suele recuperarse al poco tiempo, este suele no responder de forma inmediata a los estímulos auditivos y táctiles simples. Una persona dormida en fases profundas del sueño puede tardar en responder, no obstante suele responder ante estímulos un poco más fuertes o dolorosos, lo cual puede variar de acuerdo a la fase del sueño.