La recomendación es no suprimir alimentos de la dieta, se recomienda una dieta variada, balanceada, rica en vitaminas y minerales, con horarios de alimentación establecidos.
Existen dietas específicas, para pacientes específicos con epilepsias refractarias (que no mejoran a pesar de los medicamentos) que solo serán instauradas por el médico en caso de ser requeridas y bajo vigilancia, de hecho deben ser iniciadas en un ambiente hospitalario.