Sí, la coagulación de la sangre está determinada por varios factores: qué tan sanas sean las paredes de los vasos sanguíneos, el flujo que lleve la sangre y la viscosidad de la misma. La hemoglobina es uno de los determinantes de la viscosidad de la sangre, y si se encuentra aumentada (es decir, más de 16 mg/dL en el caso de un hombre) aumenta también la viscosidad de la sangre y en el caso de que esté excesivamente elevada o existan otras enfermedades que contribuyan a la formación de coágulos, puede aumentar la coagulación de la sangre y con ello el riesgo de presentar problemas de trombos y émbolos en las extremidades inferiores o el cerebro, por ejemplo.
Ten en cuenta que los valores de hemoglobina dependen de muchos factores, como el sexo masculino o femenino, la altura de la ciudad donde viva el paciente, y la presencia de enfermedades pulmonares crónicas, entre otros.