La rosácea es una enfermedad que no desaparece del todo pero que puede controlarse siguiendo varias recomendaciones, lo cual puede explicar que tu familiar no haya vuelto a presentar las manifestaciones en la piel que caracterizan esta condición. Estas recomendaciones son las siguientes: evitar el ejercicio extenuante o temperaturas extremas como demasiado calor o demasiado frío, evitar consumo de alcohol, disminuir los niveles de ansiedad y estrés en la vida diaria, y utilizar protector solar diariamente, aplicándolo de 2 a 3 veces durante el día.