Empieza a sumar pliegues por todas partes. Los brazos y las piernas parecen más rollizos. El oído del bebé madura. Asimismo, empieza a reaccionar a los ruidos abriendo mucho los ojos o frunciendo la frente e incluso parando de mamar.
El bebé de 3 meses ya ve el mundo en colores. Además manifestará afinidades con la persona que le coge en brazos, algo que le encanta.