Lo primero que debes hacer es empezar a aceptarte a ti misma tal y como eres. Tu misma lo has dicho, no ha existido el primer hombre que te rechace por el aspecto de tu vagina. Ahora bien, si te molesta demasiado y te acompleja de sobremanera puedes siempre consultar a un ginecólogo, médico general o cirujano plástico para hacer una vaginoplastia de tal forma que le de las características que tu deseas.