Las lesiones de tipo absceso son colecciones de secreción purulenta que se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, pero predominantemente suelen ser frecuentes en las axilas, los glúteos, las extremidades y la espalda. En ocasiones se producen de forma secundaria a la picadura de algún animal (insectos o artrópodos) en puntos donde la piel ha tenido alguna lesión abierta que no se haya tratado de forma adecuada o por complicaciones de enfermedades de piel primarias con un manejo inadecuado como el acné por ejemplo. En muchas ocasiones sucede que hay personas a las que se les forman este tipo de lesiones con frecuencia y no se descubre una causa objetiva demostrable médicamente y es muy común. En esos casos lo que queda por hacer es drenar las lesiones si es necesario y ver cómo evoluciona la persona afectada. En ocasiones se realizan hemocultivos para ver si existe en la sangre una bacteria circulante de forma crónica que haga siembras a distancia en la piel, la colonice y forme las colecciones purulentas que luego se manifiestan, pero aún haciéndolo de esta forma en muchas ocasiones igualmente los resultados de este estudio son negativos y no permiten clarificar por qué la recurrencia.