Lo más recomendable es ponerse en manos de un profesional de la medicina especialista en ginecología y obstetricia preparado para tratar por medio de conocimientos basados en datos científicos cualquier situación fisiológica o patológica que pudiese presentarse durante el parto así como seguir sus recomendaciones. En todo caso la recomendación sería acudir a clases de preparación de parto o gimnasia prenatal cuyos beneficios podrán ser vistos al momento del parto.