Lo más importante en un examen físico en un paciente que se sospeche una anemia es explorar los órganos o sistemas que pudieran estar comprometidos o casando la anemia, siendo así exploraríamos: frecuencia cardiaca o pulso, saturación de oxígeno, tensión arterial, frecuencia respiratoria, apariencia de la piel y de las mucosas, para ver si hay palidez o coloraciones anormales de la piel o equimosis, sonidos cardiacos para ver si hay taquicardias, soplós o arritmias, evaluar la frecuencia o el patrón respiratorio para ver si hay dificultad respiratoria, palpación abdominal para determinar si hay crecimiento del hígado o del bazo, explorar por edemas o hinchazón en las piernas. Estos serían a grandes rasgos los parámetros del exámen físico de un paciente en el que se sospecha anemia, lo más recomendable es prevenirla mediante un adecuada dieta y controles periódicos con su médico