No es necesaria en principio ya que defienden al organismo de infecciones respiratorias. En la medida que el niño vaya creciendo y se fortalezca inmunológicamente las amígdalas disminuirán su tamaño. Sin embargo todo depende de las molestias que la obstrucción genere. Un examen físico hecho por el pediatra, podrá ayudar.