La temperatura normal de la persona es entre 36 a 37.5, por encima de 37.5 a 38.3° se puede llamar febrícula es decir está elevada pero sin fiebre y hay que estar alerta a los síntomas de la persona, y por encima de 38.3° se considera fiebre. Por encima de 39° - 40° e incluso superiores se considera una temperatura muy alta y requiere ser disminuida de forma rápida por las consecuencias que trae, que principalmente son la lisis de muchas proteínas de gran importancia