En su gran mayoría, la disfunción sexual es provocada por factores psicológicos como ansiedad, estrés, experiencias previas desagradables, problemas de pareja, entre otros. Es necesario que controle la respiración, realice una actividad que le ayude a liberar el estrés y la presión secundarios a situaciones de la vida diaria que pueden afectar su vida sexual. Tener una adecuada comunicación y contar con el apoyo de su pareja es fundamental para romper el círculo de ansiedad y estrés que le produce la disfunción sexual.
En caso de no mejorar es necesario que acuda con su médico tratante, en ocasiones es necesario realizar terapia.