Es recomendable realizar una dieta balanceada, con 5 comidas al día porcionadas y fraccionadas (desayuno, medias nueves, almuerzo, onces y cena), en horarios establecidos.
1. Se recomienda consumir verduras y hortalizas.
2. Consumir carne blanca y sin piel. Las carnes rojas a pesar de ser fuente de aminoácidos esenciales y de hierro, deben tener un consumo limitado porque también son fuente de grasas y colesterol.
3. Combinar los platos de legumbres con cereales de grano entero, y tratar que estén presentes 3 veces por semana.
4. Consumir lácteos bajos en grasa y mantenerse alejado de mantequillas y natas.
5. Evitar snacks, golosinas, gaseosas, fritos, paquetes, comidas rápidas.
6. Por lo menos 4 veces a la semana comer pescado, con predominio de los pescados azules que son más ricos en omega-3: sardinas frescas o en conserva de aceite de oliva, anchoas, boquerones, verdel o caballa, chicharro de ración, salmonetes, truchas.
7. Evitar los carbohidratos refinados. Los cereales (pan, pastas, arroz) deberán ser integrales. Si no se puede renunciar al pan blanco, al menos se debe elegir un cereal que sea integral.
8. Los frutos secos de cantidad medida.
9. No consumir alcohol ya que este incrementa de una manera importante los niveles de triglicéridos.
10. Haga ejercicio al menos 3 veces a la semana, 30 minutos diarios.
Siga las recomendaciones de su médico tratante y asista a los controles programados.