Puede ser consecuencia directa del trauma, el cual pudo causar una inflamación del periostio costal en la zona que recibió el golpe. Cuando se hace algún tipo de esfuerzo respiratorio, las vibraciones de la tos o la horizontalización de las costillas al meter aire a los pulmones y expandir la caja toráxica pueden hacer que se manifieste dolor. Le durará un tiempo pero si no sucedió nada más, el trauma cederá lentamente. Puede tomar algún analgésico antinflamatorio por unos días mientras la inflamación cede.