No es estrictamente malo pero si puede ser contraproducente, introducir objetos o sustancias pueden afectar el pH y la flora vaginal normal, el dulce por una parte puede servir como sustrato para el crecimiento bacteriano y facilitar las infecciones vaginales. La recomendación es no introducirlos y en caso de usarlos durante el acto sexual que sea de manera externa con un lavado post-coital adecuado.