Hace años que las homosexualidades a nivel médico dejaron de considerarse como una patología y fueron borradas de todos los manuales médicos como diagnóstico debido a que no existía ni existe alguna base científica que pueda calificarlas como tal. El aumento durante la últimas décadas las homosexualidades abiertas corresponde a diferentes factores sociales y ambientales, propicios para la expresión de la preferencia sexual. A nivel anatómico existen diferencias importantes entre los cerebros homosexuales y heterosexuales que demuestran diferentes conexiones neurales con funciones distintas. En cuanto a los factores congénitos se ha asociado a como se expresa el código genético y no al código como tal, esto se ha comprobado por los gemelos en el que apenas 20 por ciento de ellos pueden ser ambos homosexuales, sin embargo, la exposición a diferentes estímulos hormonales durante el embarazo si se ha relacionado con las preferencias sexuales.. A nivel evolutivo debido a una contradicción aparente con la leyes de Darwin, debido a que esta preferencia no permitiría la reproducción, ha llevado a crear diferentes teorías aun en estudio de como los homosexuales tendrían una función genética de crianza y colaboración.
Los estudios realizados son decenas pero prácticamente todos llegan a la misma conclusión existen factores innatos que predisponen a la preferencia sexual, y ciertos factores sociales y de crianza que facilitan o evitan la expresión abierta de la preferencia sexual.