Debes acudir a un médico u oftalmólogo a la brevedad posible debido que las causas de dolor ocular son muy variables desde cuerpos extraños o infecciones hasta alteraciones de la presión ocular o neuropatías, entre otras, casi todas con consecuencias graves a largo plazo. Solo una valoración presencial podrá determinar la causa y establecer el tratamiento adecuado. Recuerda no automedicarte.