Es importante que mantenga al bebé hidratado principalmente, lo cual significa no suspender la lactancia materna por nada del mundo. Debe llevar al bebé a que sea examinado tan pronto sea posible y estar atenta a los signos de alarma para consulta inmediata. Los signos de alarma que implican que acuda inmediatamente a urgencias son: que el bebé presente tempertatura tomada con un termómetro mayor a 38.3 °C, que el bebé presente dificultad para respirar (que le pite o le silbe el pecho, que se le hundan las costillas, se note sobre esfuerzo en los músculos del cuello al respirar, que respire demasiado rápido), que se torne irritable o inconsolable, que se le hundan los ojitos, que se seque su boca, que no reciba ningún alimento o por el contrario vomite todo lo que ingiere, que se ponga morado o azul con el llanto, que se quede dormido y no responda ante estímulos o convulsione. Para mayor tranquilidad es mejor que aparte una cita con el pediatra y recuerde no abandonar la lactancia materna exclusiva y un lavado de manos riguroso antes de tomar el bebé.