El sangrado nasal o epistaxis se produce principalmente por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en la nariz, esto puede ser desencadenado por cambios de clima, de altura o al realizar ciertas actividades que implican aumento en la presión intranasal.
La mayoría de esos sangrados son autolimitados y paran solos o con presión en la nariz. En su caso, dado que se han vuelto diarios, es recomendable que sea valorado por un médico otorrinolaringólogo para que determine si es necesaria la cauterización quirúrgica.