Si se refiere a que la aguja se usó previamente para un examen en un paciente con VIH y posteriormente se usó en otro paciente también para un examen, no necesariamente queda contagiado. Se basa en un riesgo de transmisión y en este caso es de 1 por cada 150 exposiciones. Si el caso fue un pinchazo accidental con una aguja de paciente con VIH el riesgo es 1 por cada 435 exposiciones.