Es normal la sudoración durante el postparto, bien sea por la regulación hormonal en esta etapa o por la redistribución de líquidos que se retuvieron durante la gestación. Además la lactancia hace que la madre gaste más energía haciéndola más propensa al calor y -por ende- a la sudoración, dado que es la forma en que el organismo regula la temperatura corporal.
Si el sudor no se acompaña de otros síntomas como fiebre, es una condición completamente normal.