Eso es muy controversial y le explico la razón: si el contratista presenta un profesiograma donde claramente se exprese o esté condensada la fibromialgia como restricción ocupacional para rechazar a la persona, está en libertad de hacerlo. Pero si se descubre que la fibromialgia no es un causal de restricción real para desempeñar la labor para la cual le están contratando, se puede tratar de una discriminación. Ahora bien, los contratistas nuevos generalmente representan nuevas reglas de juego y ellos tienen la potestad y libertad de escoger a los trabajadores que crean son más aptos para el trabajo.