El suero que se aplica en los hospitales básicamente está hecho de agua y electrolitos o sales, se utiliza para hidratación adecuada y evitar la deshidratación. No produce aumento de peso. En algunas ocasiones puede -por el estado del paciente o mal funcionamiento del riñón- acumularse y la persona tiende a hincharse, pero en el momento en que mejora y empieza a caminar y a orinar lo elimina.