La prueba de embarazo se basa en una hormona que se produce en el ovario y posteriormente en la placenta y es fundamental para mantener el embarazo los primeros meses. Esta se empieza a producir después de la implantación a los 5 o 6 días después de la fecundación del óvulo por el espermatozoide, por lo que es probable que después de una relación sexual aproximadamente a las 2 o 3 semanas ya se encuentre positiva la prueba. Por lo tanto si ya lleva un mes y fue negativa, no se produjo el embarazo