El manejo de una amigdalitis puede tener 2 caminos: (1) Medicamentos orientados al manejo del dolor y la inflamación + antibióticos en caso de ser necesarios por un origen infeccioso bacteriano y (2) la extirpación quirúrgica de las amígdalas de forma definitiva. Debido a la cronicidad y a la incomodidad que le generan las amigdalitis frecuentes, yo optaría por extraerle las amígdalas. Es un procedimiento relativamente no complicado en su ejecución, pero tiene un postquirúrgico algo incómodo y debe tener tiempo y disposición suficiente para los cuidados que requiere.