Si las pruebas de sangre para descartar embarazo se han realizado por lo menos 2 a 3 semanas después de la relación sexual y salen negativas, entonces no hay embarazo y los síntomas se deben a la ansiedad.
En caso de que usted piense que esos síntomas afectan su vida personal, la recomendación es que acuda a valoración por psiquiatría.