El oído -clínica y anatómicamente- se divide en 3 áreas: externo, medio e interno. Cuando se afecta una de estas regiones se manifiestan diversos síntomas: el dolor es más frecuente en el oído medio, el picor y el enrojecimiento en el externo y el vértigo y los zumbidos en el interno. Cuando el oído interno se irrita o inflama (causas pueden haber varias) lo más frecuente es que el equilibrio se afecte con vértigo, pero no así el proceso auditivo como tal. Por eso hay personas que tienen vértigo de origen auditivo pero escuchan perfectamente bien.
La sensación de oído tapado se presenta más con anomalías del oído medio.