Los bebés pueden tener hábitos intestinales rápidos, pues en ellos los reflejos se encuentran aún activos y son involuntarios por lo cual muchos después de comer defecan inmediatamente. Esto es algo que se va corrigiendo a medida que controlan los esfínteres.
En el caso de su hija, ella se encuentra en una edad en la cual debe empezar a controlar esfínteres. Si siempre ha hecho deposiciones 6 veces al día, no existe problema y sería normal.
Pero si de un momento a otro empezó a defecar más veces de lo normal, esto puede ser compatible con una gastroenteritis, que es una infección en el intestino que provoca diarrea (la mayoría es causada por virus).
El tratamiento básicamente es la hidratación a través de la ingesta de sales de rehidratación oral y el consumo de sulfato de zinc. Si su hija llega a presentar signos de alarma o heces con sangre debe ser valorada por un médico.