Existen muchas enfermedades transmitidas sexualmente, en su mayoría son curables o manejables si son detectadas a tiempo. Algunas tienen tendencia a ser crónicas cuando no son detectadas tempranamente, lo cual puede favorecer complicaciones y dificultar el tratamiento.
Las infecciones por virus del herpes y Virus de la Inmunodeficiencia Humana no tienen una cura o erradicación definitiva del organismo. La primera no se asocia a mortalidad, la segunda sí secundario a la inmunodeficiencia.