El turco y el sauna son espacios de relajación en donde el vapor y las temperaturas altas relajan el cuerpo y mejoran problemas como el estrés (que produce tantos síntomas molestos). Además ayudan como exfoliante e hidratante de la piel.
Lo importante es tener una muy buena práctica e ir a sitios higiénicos ya que por la humedad pueden proliferar los hongos y estos podrían pasar a su cuerpo.