La eyaculación femenina es un tema controversial y no muy bien aceptado en el campo científico. Lo que sí está comprobado es que durante la relación sexual aumenta la secreción de las glándulas uretrales y para-uretrales de la mujer, produciendo la sensación de lubricación y que la expulsión de fluidos sea perceptible durante el orgasmo.
Aunque la mujer expulse fluidos, estos no contrarrestan el líquido seminal expulsado por el hombre en la eyaculación, es decir estos no funcionan como un método de planificación familiar. Al contrario, durante el orgasmo femenino se producen contracciones de los músculos genitales y del piso pélvico que podrían ayudar a impulsar el semen al útero y las trompas de Falopio, lo que aumentaría la probabilidad de que se dé la fecundación y el embarazo. Si desea tener una vida sexual plena y segura y no desea quedar en embarazo, es recomendable que visite el servio de planificación familiar donde podrán asesorarle sobre cuál es el método de planificación familiar más adecuado según sus necesidades.