Si las condiciones de base de dicha condición son mantenidas, es posible que presente algunos de los síntomas. A los 55 años la función ovárica ha disminuido de forma marcada por lo que puede existir en cierto grado un control inicial de síntomas como el hirsutismo. Con el paso de la edad puede ocurrir un incremento de la actividad hormonal del tejido graso que genera la aparición de hirsutismo. La resistencia a la insulina y condiciones asociadas persistirán si no se ha realizado un control metabólico de las mismas de forma previa.