Si la carótida está totalmente ocluida no hay beneficio en la cirugía. Si no está totalmente ocluida y el paciente cumple con los criterios para ser operado, el único tratamiento disponible es ese. Se debe tener en cuenta que la única forma de poder determinar si un paciente es candidato a una cirugía o a un tratamiento endovascular, es mediante una valoración presencial con el cirujano vascular periférico, ya que con medicamento las placas no desaparecen.