En realidad, sentir desazón o depresión por volver al trabajo es algo frecuente en muchas personas y es una condición humana natural que es la de sentir que no se tienen responsabilidades, alguien que nos controle, quedarnos en la seguridad y tranquilidad de casa, etc. Sin embargo, la vida nos da la oportunidad de trabajar, de desempeñar roles, de probarnos a nosotros mismos desafíos, y además de devengar un sustento para llevar a casa. Luego es normal percibir esas sensaciones o emociones. Vendrán otras vacaciones y vendrá otro ingreso al trabajo. Tómatelo bien, no temas, mira alto y todo saldrá a pedir de boca.