Algunos exámenes se pueden alterar en el tiempo en que se tiene una infección, por ejemplo cuadro hemático o electrolitos como potasio y sodio. También pueden verse afectadas pruebas como la TSH y la función renal, en caso de que la infección sea severa. Por eso la recomendación que le dio su médico inicial fue repetirlos.
Si usted no está tranquila con la opinión de su médico puede acudir a una segunda opinión para que quede más tranquila.