Igualmente en batidos o de forma sólida, el cuerpo es capaz de absorber los nutrientes. El inconveniente está en qué tanto se absorben, ya que la evidencia no es clara. Se cree que no se absorben de la misma manera sino menos, por eso los nutricionistas -por ejemplo para el caso particular de las frutas- recomiendan comerlas enteras y no en jugos.