El herpes genital no tiene un tratamiento que lo erradique por completo. El más efectivo para combatirlo son los antirretrovirales como el Aciclovir. Estos deben tener un manejo estricto debido a que los antivirales sistémicos pueden controlar parcialmente los signos y síntomas de los episodios de herpes cuando se utilizan para tratar la infección primaria y/o infecciones recurrentes o cuando se utilizan como terapia supresiva diaria.