En algunos casos los alimentos nos producen síntomas por intolerancia y estos pueden ser muy variados. En su caso si ya tiene claro que son los lácteos los que lo afectan, no debe volverlos a consumir o de lo contrario no va a mejorar.
Si el dolor no disminuye, persiste o se asocia a otros síntomas debe consultar de inmediato a su médico tratante.