La sífilis es una infección de transmisión sexual que puede producir diferentes síntomas a largo plazo que crónicamente -incluso- pueden ser graves y comprometer la vida. Se diagnostica con pruebas serológicas que son de 2 tipos: unas directas que si son positivas hacen diagnóstico y unas indirectas que son sospechosas, pero no confirman la enfermedad.
En este caso el VDRL es del segundo grupo, por lo que no es diagnóstica y requiere realizar una prueba confirmatoria. Debe consultar para hacer un adecuado diagnóstico y tratamiento dado que aunque se descarte sífilis no es normal tener ese examen positivo y puede ser por otras enfermedades crónicas.