La cocaína no es una opción terapéutica para la ansiedad, ya que actúa como un estimulante y -de hecho- puede empeorar la ansiedad ya que da agitación. Así que lo recomendable es no usarla teniendo o no teniendo ansiedad ya que es una sustancia psicoactiva con efectos deletéreos importantes.
Se han reportado casos de hemorragias, no vaginales hasta el momento. La recomendación es suspender la cocaína y si persiste el sangrado acudir a valoración clínica. Este sangrado puede no estar relacionado con el consumo, puede ser un sangrado intermenstrual y debería ser revisada por el médico tratante.