Este es un tratamiento que se considera solo en pacientes que han sido refractarios (resistentes) a manejo con fármacos y/o intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Algunos estudios indican que el tratamiento con células derivadas de la médula ósea puede dar lugar a una reducción en la mortalidad a 12 meses de seguimiento, así mismo reducir la aparición de arritmias cardíacas.
Sin embargo estos estudios se deben interpretar con cuidado ya que no todos los pacientes con insuficiencia cardíaca son candidatos para este tratamiento y -de momento- se requiere de estudios realizados con mayor cantidad de pacientes para corroborar los hallazgos encontrados en estudios menores o preliminares ya hechos.