Lo más importante para tener unas buenas defensas es tener una alimentación sana que incluya todos los grupos alimenticios, específicamente frutas y verduras que tienen abundantes minerales, vitaminas y propiedades antioxidantes que ayudan a que las células de la defensa funcionen de mejor manera.
Realmente enfermarse de manera periódica no quiere decir que tenga las defensas bajas, ya que la única forma de poder saber a ciencia cierta si tiene el número de células de defensa bajas es con un cuadro hemático que muestre disminución en los leucocitos.